domingo, 22 de febrero de 2015

El docente de secundaria que ocupamos

El perfil del profesor se empieza a concretar a partir de los incentivos que la sociedad ofrezca para que las personas más calificadas quieran ingresar a la profesión.  La motivación fundamental, más allá de las recompensas y los castigos, es la intrínseca: la felicidad, definida como la capacidad de hacer con nuestro tiempo lo que mejor nos parezca.  Motivación es autonomía, la capacidad de tomar decisiones sobre qué y cómo enseñamos, el deseo de superarnos y la posibilidad de contribuir con alguna meta que trascienda nuestra propia existencia.  No hay calidad docente cuando no hay libertad, cuando lo que prevalece es la restricción y la imposición.

La formación idónea de un docente lo obliga, en primera instancia, al aprendizaje profundo de las áreas de contenido académico, por lo que un profesor de secundaria tendría que graduarse en el campo disciplinar que pretende enseñar, para luego desarrollar sus competencias pedagógicas a nivel de maestría en planes de estudios de dos años. Entonces, en sistemas educativos de alto rendimiento, los cursos de química los imparte un químico de profesión con una preparación de posgrado en docencia y no un bachiller en Enseñanza de las Ciencias Naturales.  Lógico, ¿no?  Factible, ¿por qué no?

Las carreras de educación deben ser reformadas integralmente en las universidades, con el propósito de vincular la teoría con la práctica y aumentar la congruencia entre la educación que se ofrece con lo que actualmente se está requiriendo en las aulas.  Basta con ver las fechas de la última aprobación de los planes de estudio para alarmarse y correr a diseñar un plan nacional para la atención de esta prioridad, asegurándose esta vez que el tiempo que los alumnos destinen a la teoría se equipare con el tiempo destinado a experiencias prácticas, incluyendo las oportunidades para la observación, las tutorías individuales,  la asistencia a profesores experimentados y la impartición de lecciones a grupos completos.  Los alumnos de educación actualmente no cuentan con la autorización oficial del Estado ni mecanismos para realizar sus prácticas en colegios públicos.

La formación inicial del docente se enriquece con oportunidades continuas de crecimiento profesional, siempre y cuando haya cultivado, en etapas tempranas de su desarrollo intelectual, la capacidad e interés genuino por mejorar sus propias destrezas.  Los días anuales de capacitación son imprescindibles, pero además lo son las oportunidades para observar, compartir y aprender de otros docentes.  La colaboración y la coordinación son fundamentales en la formación continua del docente de secundaria, por lo que el sistema educativo debe abrir los espacios para este tipo de interacciones.

Un profesor altamente calificado, con un agudo sentido de propósito, estará más inclinado a innovar en el aula y tendrá mayor disposición de velar por las necesidades intelectuales y emocionales de sus alumnos, así aumentando sus probabilidades de éxito dentro del sistema escolar. 

Publicado en La República el 23 de febrero de 2015.


lunes, 2 de febrero de 2015

Abusadores de animales ¡a la cárcel!


El primero de febrero, miles de costarricenses nos reunimos en el Paseo Colón para abogar por los derechos de los animales, en apoyo al proyecto de ley número 18298, cuyo objetivo es reformar el Código Penal y la Ley de Bienestar de los Animales.  Preocupa que un proyecto de esta naturaleza esté estancado en la Asamblea Legislativa, puesto que todo legislador debería está interesado en proteger a los animales en contra de todo tipo de maltratos, ya sea por negligencia en los cuidados básicos, o por situaciones de crueldad, como la tortura, la mutilación o el biocidio.

Salvo en casos de tráfico ilícito y caza ilegal de las especies en vías de extinción, el abusador animal en nuestro país goza de total impunidad. Se reciben hasta 300 denuncias semanales sin enjuiciamiento para los agresores. Las modificaciones sugeridas por el proyecto de ley pretenden precisar las conductas prohibidas y establecen verdaderas sanciones que sirvan como disuasivos; las leyes actuales imponen multas ridículas de tres a treinta días) por causarle la muerte a un animal sin necesidad.

Estudios internacionales confirman que el abuso animal se correlaciona con trastornos mentales profundos de los agresores, y se asocia con otros delitos, incluyendo la violencia doméstica e infantil, el tráfico de drogas, la participación en pandillas, el asalto sexual y las violaciones a las leyes de armas. Siendo así las cosas, el penalizar las agresiones contra los animales contribuiría a establecer un registro de individuos con conductas antisociales.

Con respecto a la razonabilidad y proporcionalidad de las penas, no se debe sancionar el maltrato animal con penas superiores a las impuestas por maltrato humano, pero podrían ser equivalentes.  El ser humano es la única especie racional, por lo que es la única con la capacidad, y por tanto la obligación, de proteger la vida en la tierra. Como homo sapiens sapiens, la especie más sabia de las sabias, no debemos adoptar visiones antropocéntricas de nuestra existencia, asumiendo que la integridad física de un animal es menos importante que la integridad física del hombre.

Un ser racional no puede degradar o acabar con la vida de otro ser viviente sin razón alguna, por ser inhumano, inmoral y socialmente inconveniente.  Por eso, las penas ante crímenes contra los animales deberían ser penalizadas hasta con la privación de la libertad.

El proyecto de ley establece sanciones de cárcel para quien lastime o arrolle animales intencionalmente, les cause torturas, lesiones, agresiones o sufrimientos innecesarios, los mate con dolor y angustia por el solo espíritu de perversidad; para quienes abusen sexualmente de animales; practiquen la vivisección; intervengan quirúrgicamente animales sin anestesia o sin poseer el título de médico o veterinario; o mutilen cualquier parte del cuerpo de un animal. También se sanciona a quienes organicen espectáculos públicos o competencias en las que se mate, hiera o torture animales.

A publicar en el Periódico La República el 12 de febrero.