domingo, 25 de enero de 2015

Las artes en secundaria

¿Tiene sentido estratégico para Costa Rica fomentar la industria de la cultura y el entretenimiento? Habiendo tantos chicos con inclinaciones artísticas, altos índices de desempleo juvenil y una demanda internacional casi infinita por este tipo de productos y servicios, es urgente formar técnicos y profesionales en las artes visuales, la cinematografía, la danza y la música, en disciplinas como la animación digital, el diseño gráfico, la ilustración, el diseño industrial, el diseño de modas, la composición musical, el desarrollo de videojuegos, la ingeniería de sonido y la actuación, entre otras.

Ninguna de estas industrias se podría atender sin el recurso humano adecuado, por lo que hay que empezar por interesar y preparar a las nuevas generaciones de diseñadores y artistas. Por eso es que los cursos de artes visuales, artes dramáticas, danza escénica y música deberían impartirse en todos los colegios de secundaria; en la actualidad, a duras penas se imparten materias complementarias.

La educación artística no solo interesa con fines vocacionales, sino porque desarrolla carácter, identidad cultural y capacidad de respuesta estética, así como habilidades para observar, escuchar y comprender diversas formas de expresión humana, desde los principios elementales del arte: el balance, la unidad, el énfasis, el contraste, el patrón, el ritmo y el movimiento.

Con este programa, los alumnos mejorarían sus capacidades visual-espaciales, motoras y tecnológicas, y serían capaces de involucrarse con inteligencia y criticidad sobre el mundo del arte y las ideas, a través del uso del razonamiento estético.

La educación artística fomenta las habilidades comunicativas. Mucha de la información que se comunica actualmente se representa en gráficos, fotografías, mapas, vídeos y diagramas. Un alumno visualmente alfabetizado puede descifrar el contenido de mensajes visuales y presentar sus ideas de forma visual.
Además potencia las capacidades de los alumnos para trabajar en equipo y explorar, experimentar y arriesgarse con nuevas ideas, impulsando la apertura mental, la creatividad y la motivación por innovar.

La educación artística genera la motivación necesaria para producir los niveles de atención requeridos y así mejorar el aprendizaje en otros dominios de la cognición. Existen correlaciones positivas entre el desarrollo de habilidades artísticas y musicales y el rendimiento en materias académicas; se ha demostrado que se obtienen resultados positivos como resultado de un mayor involucramiento y compromiso emocional de los estudiantes con su proceso de aprendizaje y consecuentemente una mayor comprensión del contenido programático. La incidencia sobre la retención escolar está comprobada.

Publicado en La República el 26 de enero de 2015.

martes, 20 de enero de 2015

Educación, salud y secundaria

Si tan solo preparáramos a los jóvenes para asumir los retos sociales cotidianos de este siglo- la violencia, el alcohol, las drogas, la obesidad, los embarazos no deseados, las enfermedades y las relaciones disfuncionales- podríamos mejorar los índices de logro escolar, formar adultos productivos y reducir significativamente los costos de los servicios de salud y seguridad.

Más allá de ser un tema transversal en el curriculum, Educación para la Salud debería ser una asignatura básica, en atención a los aspectos físicos, mentales, emocionales y sociales de los chicos, para ayudarlos a mantener su salud, a prevenir la enfermedad y a evitar las conductas de riesgo a lo largo de su vida. 

Aprenderían sobre las enfermedades causadas por el sedentarismo y la alimentación deficitaria, así como las consecuencias de los desórdenes alimentarios y el uso indebido de pastillas para adelgazar y los esteriodes anabólicos. La expectativa es que los jóvenes pudieran plantearse metas para lograr una nutrición balanceada y diseñar un plan de actividad física apropiado.

Se familiarizarían además con los cambios físicos, sociales y emocionales en su etapa de desarrollo, así como con los procesos de concepción, las etapas de embarazo y las responsabilidades asociadas con la paternidad responsable. Comprenderían las características de relaciones humanas saludables, las relaciones de pareja y el matrimonio; así como sobre los métodos más efectivos para la prevención de las enfermedades venéreas y el embarazo.  Conocerían el proceso de desarrollo fetal y nacimiento, así como los cuidados prenatales y perinatales. Ante todo, aprenderían a valorar los beneficios de esperar a la adultez para concebir hijos.

El programa incluiría tópicos sobre el bienestar mental de los alumnos. El propósito es ayudarlos a identificar situaciones estresantes y emplear técnicas para manejarlas; a dialogar y utilizar técnicas de resolución de conflictos; a desarrollar una autoestima positiva; a detectar señales de depresión o conductas auto-destructivas; y a buscar asistencia en salud mental en caso de ser necesario.

Reflexionarían sobre los beneficios de abstenerse de consumir alcohol, tabaco y otras drogas. Además, comprenderían las consecuencias de afiliarse con pandillas, a identificar conductas como el matonismo, la violencia y acoso sexual, y a reportar estas conductas ante las autoridades.

En un último módulo, aprenderían sobre salud comunitaria y las técnicas de primeros auxilios, la atención de emergencias en sus propios hogares y comunidades; y la prevención y resolución de problemas ambientales.  Sabrían efectuarse autoexámenes, a programar revisiones médicas y dentales regulares; y a identificar síntomas que ameriten buscar servicios de salud.  

Este programa generaría ahorros como resultado de los mayores índices de salud de la población y una menor incidencia criminal, así como fuentes de empleo para psicólogos, nutricionistas, promotores de salud y educadores físicos.


domingo, 4 de enero de 2015

Educación dual, el INA y la nueva ley

El modelo de educación técnica alemán, que se originó en la Edad Media, se reconoce como uno de los modelos más efectivos a nivel mundial.  Se le denomina formación “dual” porque combina la práctica con la teoría. La empresa privada asume la formación práctica de los alumnos en centros de capacitación intercompañía, mientras que la escuela vocacional, conocida como la “Berufsschule,” ofrece a los alumnos la formación teórica.  Los alumnos pasan de tres a cuatro días a la semana en la empresa y uno o dos días en la escuela. Los procesos de formación práctico-teórica tardan típicamente tres años.

La relación entre las centros educativos técnicos y las empresas la norma la ley.  El currículum y las pruebas de ejecución se orientan hacia el cumplimiento de estándares de unas 350 profesiones, elemento fundamental del modelo de educación dual. La industria y el comercio juegan un papel decisivo en la formulación de estos estándares, no los centros educativos ni los ministerios.


Quienes financian la educación técnica son principalmente las empresas, porque la consideran la mejor forma de satisfacer su propia demanda de recurso humano calificado y les ahorra los gastos asociados con procesos de contratación de personal y procesos de inducción. 

Los alumnos también se benefician, recibiendo una formación gratuita y pertinente a los requerimientos del mercado laboral, y aumentando sus probabilidades de ser contratados.  Por su parte, el Estado no tiene que asumir la totalidad de los gastos de la formación de la fuerza laboral.  Lo que se propone en el “Proyecto de Ley para la Regulación de la Educación o Formación Profesional Técnica en la Modalidad Dual en Costa Rica” pronto a discutirse en la Asamblea Legislativa tiene poco que ver con la modalidad dual.

Por una parte, la ley crea un ente denominado la Comisión Nacional del Fomento de la Educación y Formación Dual (CONAFODUAL) bajo la rectoría de los ministerios de Trabajo, Educación, y el INA, a la que se le otorga la potestad de acreditar a empresas formadoras, así como planes de estudio y programas de otras instituciones educativas, asegurándose que el personal docente esté calificado, que los centros educativos cuenten con el equipo, infraestructura, diseño curricular y demás recursos para impartir carreras técnicas duales y que los centros entreguen informes anuales sobre sus resultados. 
Siendo el INA un ente competidor de los demás centros de formación, ¿cómo se garantiza la objetividad en los procesos de acreditación de otros centros educativos y la confidencialidad de los datos? ¿Quién certifica las carreras duales del INA, siendo el INA el ente rector? 

La CONAFODUAL ni siquiera cuenta con un representante de los centros de educación privados.  Por otra parte, la ley no cubre a los colegios técnicos profesionales de segunda enseñanza, como debería.  Sin embargo, sí parece ofrecer criterios que norman la práctica didáctica supervisada como una materia más dentro de los planes de estudio del INA.  Deberían poner a esta  ley un nombre más modesto o, ambiciosamente, reformar su alcance.

Publicado en La República el 8 de setiembre de 2014.