Si tan solo preparáramos a los jóvenes para asumir los retos sociales
cotidianos de este siglo- la violencia, el alcohol, las drogas, la obesidad,
los embarazos no deseados, las enfermedades y las relaciones disfuncionales-
podríamos mejorar los índices de logro escolar, formar adultos productivos y
reducir significativamente los costos de los servicios de salud y seguridad.
Más allá de ser un tema transversal en el curriculum, Educación
para la Salud debería ser una asignatura básica, en atención a los aspectos
físicos, mentales, emocionales y sociales de los chicos, para ayudarlos a
mantener su salud, a prevenir la enfermedad y a evitar las conductas de riesgo a
lo largo de su vida.
Aprenderían sobre las enfermedades causadas por el sedentarismo
y la alimentación deficitaria, así como las consecuencias de los desórdenes
alimentarios y el uso indebido de pastillas para adelgazar y los esteriodes
anabólicos. La expectativa es que los jóvenes pudieran plantearse metas para lograr
una nutrición balanceada y diseñar un plan de actividad física apropiado.
Se familiarizarían además con los cambios físicos, sociales y
emocionales en su etapa de desarrollo, así como con los procesos de concepción,
las etapas de embarazo y las responsabilidades asociadas con la paternidad
responsable. Comprenderían las características de relaciones humanas
saludables, las relaciones de pareja y el matrimonio; así como sobre los
métodos más efectivos para la prevención de las enfermedades venéreas y el
embarazo. Conocerían el proceso de
desarrollo fetal y nacimiento, así como los cuidados prenatales y perinatales.
Ante todo, aprenderían a valorar los beneficios de esperar a la adultez para concebir
hijos.
El programa incluiría tópicos sobre el bienestar mental de los
alumnos. El propósito es ayudarlos a identificar situaciones estresantes y emplear
técnicas para manejarlas; a dialogar y utilizar técnicas de resolución de
conflictos; a desarrollar una autoestima positiva; a detectar señales de
depresión o conductas auto-destructivas; y a buscar asistencia en salud mental
en caso de ser necesario.
Reflexionarían sobre los beneficios de abstenerse de consumir
alcohol, tabaco y otras drogas. Además, comprenderían las consecuencias de
afiliarse con pandillas, a identificar conductas como el matonismo, la
violencia y acoso sexual, y a reportar estas conductas ante las autoridades.
En un último módulo, aprenderían sobre salud comunitaria y las técnicas
de primeros auxilios, la atención de emergencias en sus propios hogares y
comunidades; y la prevención y resolución de problemas ambientales. Sabrían efectuarse autoexámenes, a programar revisiones
médicas y dentales regulares; y a identificar síntomas que ameriten buscar
servicios de salud.
Este programa generaría ahorros como resultado de los mayores
índices de salud de la población y una menor incidencia criminal, así como
fuentes de empleo para psicólogos, nutricionistas, promotores de salud y
educadores físicos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario