domingo, 24 de agosto de 2014

Los Héroes de las Juntas


En Costa Rica, unas 4.800 juntas de educación y juntas administrativas gestionan los presupuestos de los centros educativos, que en 2013, totalizaban más de 138.129 millones de colones provenientes de recursos asignados en distintas leyes (5662, 6746, 7372, 8283, y 7552).

Cinco miembros de la comunidad –en la mayoría de los casos-  tienen responsabilidades como comprar bienes y servicios; formular proyectos de infraestructura física; concesionar la soda escolar y velar por la prestación de los servicios de transporte estudiantil; alquilar las instalaciones; supervisar el cumplimiento de las funciones del tesorero-contador, asumir la administración del centro en periodos de vacaciones y múltiples otras tareas administrativas, acogiéndose, en todos los casos, a los principios de legalidad.  Además, tienen la potestad de gestionar recursos propios producto de las actividades que realicen.

Para efectuar su labor, las Juntas trabajan con el director, el personal administrativo y docente, los estudiantes y padres de familia, a través de los patronatos escolares o las asociaciones de padres.  Pero además deben coordinar con múltiples instancias dentro del MEP, incluyendo el Viceministerio de Planificación Institucional y Coordinación Regional; la Dirección de Gestión y Desarrollo Regional; la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo; la Dirección de Programas de Equidad; la Dirección de Planificación Institucional, la Dirección de Educación Técnica y Capacidades Emprendedoras; la Dirección de Desarrollo Curricular, la Dirección Financiera (Departamento de Gestión de Juntas), la Auditoría Interna, y las Direcciones Regionales de Educación (DRE) y supervisiones. 

Además, las juntas se relacionan con las municipalidades quienes las nombran y destituyen, y con la Contraloría General de la República, encargada de autorizar y fiscalizar la ejecución de los fondos. 

Con semejante responsabilidad y complejidad de funciones, es asombroso que los miembros de las juntas laboren ad honorem.

Es una labor encomiable la que realiza la Fundación Gente, la de buscar fortalecer la labor de las juntas administrativas y educativas a través de la capacitación, el acompañamiento y la profesionalización de sus miembros. 

Este pasado 8 de agosto celebraron por primera vez en Costa Rica el Día Nacional de las Juntas de Educación y Administrativas, un reconocimiento a las personas que administran los centros educativos públicos y sus instalaciones; el presupuesto asignado por el MEP; los subsidios de transporte; y los comedores escolares.  

¿Quería transformar la educación en su comunidad y no sabía cómo? Forme parte de una junta o apoye la actual.  Sea un héroe y trabaje desinteresadamente por el bienestar de nuestros jóvenes.  Solo basta con que sea costarricense o extranjero con cédula de residencia y mayor de edad; saber leer y escribir; no contar con antecedentes penales; y ser propuesto por el centro educativo. 


domingo, 10 de agosto de 2014

Fonabe y la reforma de ley

Si bien es cierto que, en países como México, Brasil, Honduras, Jamaica y Nicaragua, los programas de transferencia condicionada de dinero han tenido éxito en motivar a las familias pobres a enviar a sus hijos a la escuela y a concluir con éxito su proceso educativo, se sabe que hay que actuar con cautela para asegurarse que la presión política por otorgar y expandir estas subvenciones no relaje los mecanismos de identificación y focalización de los beneficiarios.
Cuando el dinero llega a beneficiar a las personas que no son pobres o se subejecutan los fondos debido a excesos en la tramitología institucional, la inoperancia administrativa y la corrupción, como en el caso de Fonabe, se pierde totalmente la objetividad y la transparencia, fundamentales para la credibilidad de los programas sociales.
Cuando la junta directiva y el director ejecutivo de Fonabe rehúsan admitir que su institución está en problemas, atentan contra la legitimidad misma de la democracia y la estabilidad política de nuestro país.
¿Cómo no sentir incredulidad, rabia, incertidumbre, desmotivación y falta de confianza en nuestros gobernantes cuando más de ¢1.700 millones para becas se adjudicaron irregularmente a proveedores en los últimos dos años, incluyendo la contratación directa de Correos de Costa Rica por 1.291 millones, que, a su vez, subcontrató los servicios de una empresa privada en la que la esposa del exministro Gallardo ocupaba un cargo en la junta directiva, según denuncias del PUSC?
¿Cómo se justifica que haya 68 mil becas sin asignar, al haberse invertido miles de millones de colones en contratos fallidos para mejorar la gestión del sistema de becas y contando con 68 funcionarios en esta institución?
No sería justo arremeter solo contra Fonabe, que es fiel reflejo de todas las entidades públicas costarricenses que conozco, gestionadas, en su mayoría, por funcionarios hostiles, incompetentes y desordenados; con servicios tecnológicos, de teléfono y web decepcionantes; procesos burocráticos perversos, corruptos e ilógicos; entidades carentes de liderazgo, voluntad y humanidad…
No basta con quitar la máxima desconcentración del Fonabe; más convendría desaparecer este órgano y otorgar las potestades a otros entes que hayan demostrado amplia capacidad para la administración de fondos de asistencia social, entidades como organizaciones no-gubernamentales, por ejemplo.
No sé a ustedes, pero a mí no me trae mucha tranquilidad saber que ahora intervendría el MEP en los procesos de gestión, control administrativo y rendición de cuentas en el otorgamiento de becas, o que ahora la junta directiva de Fonabe empezará a contar con representantes del Ministerio de Trabajo y del Ministerio de Hacienda.
Flaco favor se les hará a los más desfavorecidos de nuestro país si la reforma no resuelve el problema de fondo.
Silvia Castro
Rectora de Ulacit